Historia del Consultorio (4)

Por: Eunice Michel

Comenzó el año 2014 y con él la consolidación, poco a poco, de nuestro Consultorio de psicoanálisis.

 A principios del año, comencé a ir todos los viernes por la tarde (4 horas).  No obstante, en poco tiempo fue insuficiente.

A principios de abril decidí  integrar al primer psicoanalista que me acompañaría en ese proyecto: Víctor Villarreal. Él había sido mi alumno (destacado, por cierto), en la Especialidad en clínica psicoanalítica Freud-Lacan que coordinábamos entonces J. Ignacio Mancilla y yo en el Museo de la Ciudad, bajo los auspicios del Colegio Jalisciense de Filosofía, S.C., al que también pertenecemos y cuyo presidente es Juan Manuel Negrete, de la Universidad de Guadalajara.  Además, y no lo menos importante, Víctor ya hacía clínica privada en ese momento.

Asimismo, estaba en un proceso de psicoanálisis, que fue la condición esencial para invitar a alguien a trabajar en el Consultorio.

Víctor comenzó a ir otra tarde.  Y también fue insuficiente para la demanda que comenzamos a tener.

Empezaron a acudir no sólo estudiantes, sino maestros, empleados administrativos y sus familias.

Invité entonces a trabajar con nosotros a Juan Manuel Ruvalcaba, quien también había sido mi alumno en la Carrera de Psicología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. También hacía clínica privada y se analizaba.

Poco tiempo después, me propusieron trabajar en el Consultorio, que para ese entonces había ido ganando espacio en  la comunidad psicoanalítica, sobre todo con los alumnos y alumnas de la Especialidad del Museo de la Ciudad, Jennifer García y Areli Gutiérrez. Y, por mi parte, invité a Carolina González.

Las tres cumplían el requisito de estar en un proceso de psicoanálisis. Habían sido también alumnas de la Especialidad en Clínica. Y en el caso de Carolina, quien trabaja con niños, además de adolescentes y adultos, agregamos otro elemento de atención con la clínica infantil. Carolina llevó al principio juguetes de su propio consultorio y después yo también llevé del mío (trabajo con niños también).

Luego compramos juguetes para el consultorio.

En el lapso de julio de 2014 y principios de 2015 se incorporó a nuestro equipo también la psicoanalista Luisa Ochoa, quien también había cursado la Especialidad.  Y desde luego, hacía clínica privada ya y estaba en psicoanálisis.

Prácticamente, llenábamos ya casi todos los turnos (4 horas, matutino y 4 horas vespertino), a finales de ese año.

Mientras tanto, también se había integrado al Consultorio, Patricia Cayo, quien fue mi alumna en la Carrera de Filosofía en el Centro de Ciencias Sociales y Humanidades de Udeg. Hizo su Servicio Social como asistente del Consultorio y fue mucho más allá. Fue una de las mejores colaboradoras que ahí tuvimos incluso después de concluir su servicio.

De los psicoanalistas, se tuvo que retirar Jennifer García, para continuar su Maestría en Gestión cultural.

Al final de este año, a partir de la propuesta del Dr. Ignacio Medina Concebida, quien  también estudiaba Filosofía y nos propuso realizar su Servicio Social en el consultorio,  empezamos a pensar en otro elemento: atender médicamente, con Homeopatía,  a los alumnos y alumnas  y, de hecho, a quien acudiera al Consultorio; porque desde mediados de 2014 comenzamos a atender gente de la comunidad extrauniversitaria.

2015 lo iniciamos con este nuevo proyecto de la atención médica homeopática.

Guadalajara, Jal. Col. Morelos 9 de julio de 2021.

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