Pocos periodos de la historia de la humanidad, y tal vez el único de la época moderna, han sido tratado tantas veces, en diferentes campos, como la Segunda Guerra Mundial y su devastación, no sólo en términos de mortalidad humana, de por sí ya terrible, sino también en cuanto a la muerte de los símbolos. Al respecto, vale la pena citar la frase de uno de los personajes de Al límite del atardecer: «la civilización occidental se fue por los hornos de Auschwitz».