Ser padre y ser madre en tiempos de penuria (pandémica y postpandémica)

Por: J. Ignacio Mancilla

Encantado, hijo mío, de empezar

a la vez a ser lo que seremos.

Andrés Neuman, Umbilical.

Por años tosí con esmero, te imitaba tan bien.

Me quedaba afónica, sin ninguna razón.

María Negroni, El corazón del daño.

La pandemia ya casi ida, aunque no del todo, puso todo patas arriba, de acuerdo con la expresión popular; pero la conciencia de ello apenas si duró, pues pronto se desvaneció en el marasmo de las preocupaciones cotidianas por la sobrevivencia y… las cosas volvieron muy pronto a la normalidad.

Dizque a la nueva normalidad.

En ello seguimos, aún, no obstante, los indicios de que las cosas se mutaron radicalmente; no importa que todavía no adquiramos la conciencia correspondiente de si las cosas en verdad ya no son las mismas.

Sí, de alguna manera todo ha cambiado: los objetos, las cosas, las relaciones, las personas, las ideas; a pesar de que sigamos, con mucho, aferrados a lo viejo.

En este marasmo de cambio, caben las siguientes preguntas:

¿Qué es ser padre?

¿Qué es ser madre?

¿Quién es padre?

¿Quién es madre?

¿Son dos funciones radicalmente distintas?

¿O son complementarias?

¿Han salido estas funciones indemnes de la pandemia o también se han mutado?

La familia, sería mejor decir las familias, ¿se mutarán, como de algún modo lo han hecho a lo largo de su historia?

Imagen tomada de: Vida Nueva Digital

Valdría la pena un seguimiento puntual, con datos sociológicos, antropológicos, pero también psicológicos, del fenómeno social de las familias.

Por de pronto, a falta de datos para intentar ese seguimiento, me valdré de dos textos que abordan las cuestiones de ser padre y de ser madre desde la perspectiva de la narrativa; es decir de la literatura.

Sí, son ficciones, pero con un enclave en lo real de las diversas funciones familiares, más allá de los datos y más acá de las evidencias existenciales.

Las dos son publicaciones recientes.

Una escrita por un hombre, Andrés Neuman, hijo de «músicos argentinos exiliados» y profesor de literatura en la Universidad de Granada. Con una amplia trayectoria en el mundo de las publicaciones literarias.

La otra escrita por una mujer, María Negroni, quien actualmente dirige la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Untref en Buenos Aires; también con múltiples publicaciones de ensayos, poesía, novela, «inclasificables» y demás.

El primer texto se llama Umbilical y es todo un canto prosístico a la paternidad; ello a partir de tres apartados: El imaginado, El aparecido y un monólogo mínimo.

El segundo libro, El corazón del daño, es el testimonio, literario, de un ajuste de cuentas con una madre «desesperada y desesperante»; desgarrador en muchos momentos, pero también alentador, a pesar de las heridas y los traumas.

Es una narración de corrido que apenas permite el respiro, precedida de una Advertencia.

Bien, voy a decir, poco, muy poco, de dichos libros, con la promesa de detenerme en cada uno de ellos, por separado, para así hacer justicia a narrativas tan diferentes y deslumbrantes, cada una a su manera.

Por el lado de Andrés Neuman, mucho ya está jugado con el:

«Voy naciendo al decirte» (p. 13).

Y todo va en esa dirección de beneplácito, de un hombre por la futura llegada de un nuevo ser que, y podemos leer en la cuarta de forros:

«Asiste fascinado a la gestación, imagina a ese ser que vendrá a revolucionar su casa, su lenguaje, su pareja y también su propia historia familiar».

Es ser padre lo que en esta narrativa se nos cuenta; no sin consecuencias en el ser madre y ser hijo o hija.

Que, bien sabemos, no es lo mismo.

En contraste con esta ficción, que toca lo real, insisto, tenemos la escritura de María Negroni; cuya narrativa se detiene en otro lado de la experiencia familiar de ser hija y padecer el tener una madre.

De ahí que leamos, apenas iniciada su narrativa:

«Mi madre: la ocupación más ferviente y más dañina de mi vida.

Nunca amaré a nadie como a ella.

Nunca sabré por qué mi vida no es mi vida sino un contrapunto de la suya, por qué nada de lo que hago le alcanza» (pp. 11-12).

Sí, las dos narrativas, la de Neuman y la de Negroni, nos confrontan, suave y duramente, al modo de cada uno, a la experiencia tan íntima, la de ellos, pero también la de nosotras, nosotros: la de ser hijos o hijas de un padre y una madre que nos han marcado de por vida.

Imagen tomada de: LOH

Para bien y para mal.

Pero… ¿es todo?

No, no es todo, pero por ahora dejo aquí, para retomar cada uno de los libros y decir algo más sobre ellos después.

Por ahora, simplemente. quiero invitarlos a que se zambullan en estas dos experiencias de lectura tan disímiles, pero tan importantes para nuestro ser: ya sea como hijos o hijas; ya sea como padres o madres.

Según cada uno y cada función.

En fin.

Va, por último, la referencia completa de cada uno de los libros: El primero, Umbilical (125 pp.), fue publicado primeramente en España en mayo de 2022 y en México en junio de 2022; bajo el sello Penguin Random House Grupo Editorial.

Imagen tomada de: Fertyy.

El segundo, El corazón del daño (143 pp.), fue publicado primeramente en Argentina en julio de 2021 y en México en julio de 2022; bajo el sello de Penguin Random House Grupo Editorial.

Como ya dije, próximamente me ocuparé de cada uno de ellos; por ahora baste con esta atenta invitación para que los hagan suyos.

Estoy seguro de que no se arrepentirán.   

Guadalajara Jalisco, colonia Morelos, a 5 de noviembre de 2022.

Publicado por J. Ignacio Mancilla

Ateo, lector apasionado, militante de izquierda (casi solitario). Lacaniano, es decir, freudiano por convicción y...

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