Por: Karina Olascuaga
Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias.
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano. Escritor, poeta, periodista Uruguayo. Un genio de las letras, desde Las venas abiertas de América Latina uno de sus libros para todos y para nadie «para los de abajo, para los que no saben leer o no tienen con que» con esa brutalidad y crudeza.
Qué será esa voz inspiradora que da la posibilidad de hacer arte, que permite a los poetas hacer su magia, hacer poesía. O tal vez el poeta y el filósofo proponen un nuevo orden sobre el amor.
Un fragmento del libro La tregua de Mario Benedetti:
Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
Desde los griegos las voces inspiradoras para los Dioses y los hombres se debía a las Musas Heliconíadas. Según el filósofo Hesíodo eran hijas de Zeus portador de la egida, padre de los dioses y de los hombres. Hija de Mnemósine señora de las colinas de Eleuter. Al subirla a su lecho en la montaña más alta del Olimpo, tras 9 meses de espera Mnemósine dio a luz a nueve jóvenes de pensamientos iguales, interesadas solo por el canto y con un corazón exento de dolores en su pecho. (Hesíodo, 1982 p. 13) Las Musas con sus cantos y danzas amenizaban, los banquetes de los dioses.
De manera poética, literaria y con un vasto conocimiento del pensamiento Occidental, Hesíodo comienza su obra literaria con las Musas, nos dice sus nombres y nos podemos imaginar con la lectura, la acción y dinámica que tenían las musas sobre los hombres.
Clío: La que da fama
Euterpe: La muy encantadora
Talía: La festiva
Melpómeme: La que canta
Terpsícore: la que ama el baile
Érato: la deliciosa
Polimnia: la de variados himnos
Urania: la celestial
Calíope: la de bella voz.
Así la poesía como se pensaba en la antigua Grecia, llega hasta el cielo donde están las Musas y baja a través del espacio y del tiempo.
El psicoanálisis Freudiano da un lugar importante a la sublimación para hablar sobre la poesía y las expresiones artísticas, literarias e intelectuales. Freud en Tres ensayos de teoría sexual (1905) da una primera definición de la sublimación, como cambio de meta pulsional. En relación a que la energía libidinal pulsional se conducía a las actividades sexuales. La importancia que le da el psicoanalista al concepto de sublimación, le apuesta a la energía libidinal de la creación intelectual. Da un giro a la posibilidad de la meta pulsional de la actividades no sexuales, en obras artísticas.
La pulsión va y viene, bordea, expulsa energía libidinal, pulsa como un corazón latiendo, es inquietante, permite el espacio creativo. Es un concepto límite entre lo psíquico y lo somático. Entre la vida y la muerte. Que posibilita una obra artística donde lo interior y lo exterior marcan dos tiempos y espacios distintos.
Estamos hechos de letra, de historia. Entonces podemos hacer poesía. Si Lacan decía que la única cosa más o menos seria que podía hacerse: una carta de amor (Lacan 1972-1973, p. 102) Con esto mi intención no es hablar sobre el amor cortés, la idealización del amor, más bien de la letra. La escritura creativa.
Fragmento de Veinte poemas de amor, Pablo Neruda.
20
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Desde Lacan en el seminario 20 Aún (1972), menciona: «En efecto, lo único que hacemos en el discurso analítico es hablar de amor». Y con el aporte del discurso en análisis, hablar es en sí un goce. Un goce no sin ley. El analizante posiciona a su analista como sujeto supuesto a saber, ¿a saber qué?, de su deseo como enigma. Mediante la dinámica de la transferencia. En presencia, en acto, en acto analítico. Involucra la lenguajería que nos permite hablar, tal vez no como expresión poética, pero si es un acto creativo. Proceso re-creativo de nuestra historia.
Termino este texto con un fragmento del libro Espejos, de Eduardo Galeano:
Fundación de las clases sociales
En los primeros tiempos, tiempos del hambre, estaba la primera mujer escarbando la tierra cuando los rayos del sol la penetraron por atrás. Al rato nomás, nació una criatura.
Al dios Pachacamac no le cayó nada bien esa gentileza del sol, y despedazó al recién nacido. Del muertito, brotaron las primeras plantas. Los dientes se convirtieron en granos de maíz, los huesos fueron yucas, la carne se hizo papa, boniato zapatillo…
La furia del sol no se hizo esperar. Sus rayos fulminaron la costa del Perú y la dejaron seca por siempre jamás. Y la venganza culminó cuando el sol partió tres huevos sobre esos suelos.
Del huevo de oro, salieron los señores
Del huevo de plata, las señoras de los señores.
Y del huevo de cobre, los que trabajan.