Entre Muerte, Sueños y Deseo

Por: Jürgen González

Existe un lugar creado por Neil Gaiman donde Shakespeare, antiguos mitos, psicoanálisis, filosofía, historia, cultura pop, entropía e ironía se entremezclan para ser entregados a nosotros como un sueño imposible: The Sandman.

Portada del Tomo 1 de «The Sandman: Preludios y Nocturnos» editado en México por DC/VERTIGO a través de Editorial Televisa

Hoy me presento ante ustedes más que como psicoanalista en formación, (¿acaso en algún momento se para de estar en formación?), como un lector y apasionado de la literatura, y en especial cuando se trata de la creada por Neil Gaiman, uno de los grandes escritores de la actualidad.

Fue hace casi ocho años años cuando me topé con esta obra, por aquel entonces estudiaba mi licenciatura y ya conocía algunas historias de Gaiman, yo comenzaba a interesarme en los terrenos de la psicología clínica y en especial en el psicoanálisis, por lo que toparme con una obra literaria (novela gráfica) de basta profundidad y extensión fue para mi como encandilarme con el más brillante de los soles.

Entonces conocí a los eternos, entidades antropomórficas que sirven para personificar conceptos que están presentes en todo el universo tales como: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción (quien abandonó su lugar entre sus hermanos hace ya tiempo), Deseo, Desespero (hermana melliza de Deseo) y Delirio (antes Delicia). Poco a poco fui conociendo a cada uno de ellos (en especial a Sueño), a lo largo de trece tomos/arcos argumentales a través de historias de diversas índoles, la gran mayoría de ellas implicadas en la cuestión humana.  

Pero lo que me trae a hablarles hoy de este tema son estos curiosos lazos que Gaiman crea entre los eternos —específicamente, como dice el título, entre Muerte, Sueño y Deseo— con la finalidad de que todxs aquellxs que están involucradxs en el psicoanálisis de alguna manera, ya sea que lo practiquen o estudien, puedan acercarse a esta obra y encontrar un rincón poético donde los conceptos y abstracciones, que en nuestro campo se juegan, se vean también ejemplificados y corporeizados en las historias y sus personajes.

Una de las primeras cosas que quiero mencionar es la ubicación que el personaje principal, Sueño (Morfeo)[i], tiene entre su hermana Muerte y su hermana Deseo; pereciera que Gaiman ubica al señor de los sueños y las pesadillas justo en medio de las dos pulsiones elementales, vida y muerte, Eros y Tánatos, el reino de lo onírico queda, pues, como puente entre el de Muerte y el de Deseo. Son estas las dos hermanas (de los siete que son) que mayor relación guardan con Sueño.

Sueño y Muerte hablando. Fragmento tomado de Sandman: «Preludios y Nocturnos: El sonido de sus alas»

La primera de ellas, Muerte[ii], es quien de todos los hermanos conserva una relación más estrecha con Morfeo; es ella con quien este suele hablar en momentos cruciales y reflexionar sobre lo que le sucede. Ambos suelen estar interesados por los humanos y su curiosa existencia (más Muerte que Sueño) y en ocasiones Muerte es el oído y voz que llevan a Sueño a crear insight. Si bien sus personalidades suelen ser distintas (generalmente vemos a Muerte siendo relajada e incluso alegre, contrario a Morfeo que suele ser serio, reservado y hasta severo) es justo la diferencia lo que les permite llevarse bien, cosa que no sucede con su hermana Deseo[iii].

En palabras de la misma Muerte, Sueño y Deseo son quienes más se parecen entre sí de todos los hermanos. Sueño suele ser orgulloso, y Deseo sabe que no hay nadie que se le compare a elle (él/ella/elle), ni siquiera su segundo hermano mayor, y quizás son los que más temperamentalmente llevan su relación.

Reclamo de Sueño a Deseo. Fragmento tomado de The Sandman, Tomo 2: «La casa de la muñeca»

Una de las cosas que más llaman la atención de dicha relación es el influjo que puede tener Deseo sobre Sueño; aquí cabe mencionar que cada eterno tiene su propio reino, y cada uno de los hermanos puede saber al instante cuando algún otro de los eternos entra en sus parajes (generalmente para pedir consulta del hermano/a que buscan) pero, como descubrimos hasta el tomo trece, si elle así lo quiere, Deseo puede introducirse en el reino del ensueño y andar por los jardines de Morfeo sin que este se entere, incluso, si así lo desea, puede verse corporeizada como una de las muchas formas de Morfeo (porque Sueño puede hablar consigo mismo y cada una de las formas y caras que tiene en el universo) sin que este lo note.

Durante el transcurso de los trece arcos que conforman la serie, veremos cómo Deseo se inmiscuye en el correr del tiempo y la vida afectando la historia de Morfeo, y si bien, no está presente físicamente en el primer arco, la influencia de su personaje se hará notar desde el inicio hasta el final de la trama, pues para Gaiman resulta imposible no respetar el lazo que les une.

Retrato de Desesperación. Fragmento tomado de The Sandman: «Noches Eternas: Desesperación, 15 retratos de desesperación».

Como último dato referente a Deseo, la misma tiene una Melliza, «Desespero» (que fácilmente puede ser entendida como la corporeización de la angustia). Ella es la otra cara de la moneda, la contraparte de Deseo. Recuerdo que por ahí en alguno de los tomos leí que si uno no tiene cuidado al caminar por los pasillos del palacio de Deseo puede terminar perdiéndose y encontrándose en las tierras desoladas de Desespero.

La obra The Sandman es ampliamente basta y nos podría dar para hablar mucho más, desde lo general de sus arcos argumentales, hasta lo singular de cada una de sus historias y personajes. Ejemplo de ello sería «Un sueño de un millar de gatos», historia que nos hace pensar en los deseos compartidos, sociales, y cómo estos pueden cambiar la realidad cuando todos comenzamos a soñar y desear en torno a ellos.

Voy cerrando aquí mi escrito con la esperanza de que lo expuesto anteriormente pueda ser suficiente para hacerles sentir invitadxs y deseosxs de dejarse llevar por las arenas de Sueño y permitirse conocer el universo Sandman. Es promesa que, sin importar el rincón al que miren de esta gigantesca historia, encontrarán algo de que hablar, reflexionar y descubrir.

Que descansen y tengan buenos sueños. Sueñen y sueñen hasta que la vida los vuelva a despertar.


[i] «Es un enigma. En este aspecto, (y solo percibimos aspectos de los Eternos, igual que si solo viésemos una sola faceta de una enorme piedra preciosa) es delgado como un hilo y con una piel del color de la nieve que cae. Sueño colecciona nombres como otros coleccionan amigos, pero se permite pocos amigos. De todos los Eternos, excepto quizás Destino, es el más consciente de sus responsabilidades, el más meticuloso en su ejecución». Por: Neil Gaiman

[ii] «Muerte acompaña a cada mortal dos veces en la vida. Habla con ellos al nacer, pero como nadie recuerda lo que les dice, nadie sabe por qué. Cuando mueren ella los guía hacia las Tierras Sin Sol, más allá de lo que alcanzan a ver los ojos mortales». Por: Neil Gaiman

[iii] «Es poco probable que ningún retrato de Deseo pueda hacerle justicia, ya verla (o verle) es amarle (o amarla) apasionadamente, dolorosamente, con exclusión de todo lo demás. Deseo huele casi subliminalmente a melocotones en verano y proyecta dos sombras: un negra y bien perfilada, la otra translúcida y siempre vacilante como una emanación de calor. Nunca objeto de posesión, siempre la poseedora, con una piel tan pálida como el humo y unos ojos tostados y leonados como del color del vino blanco. Deseo es todo lo que alguna vez hayas anhelado. Seas quien seas. Seas lo que seas. Todo». Por: Neil Gaiman

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